Cuando se habla de embocaduras de hormigón nos estamos refiriendo a un producto que también se conoce como aleta o boquilla. Se trata de unas piezas prefabricadas y destinadas a sostener el terreno en los drenajes de los caminos, autovías y otras vías.
En función del diámetro del tubo que embocan están fabricadas con hormigón reforzado con fibras o armadas y ello garantiza su resistencia tanto en los tramos de manipulación como durante el resto de su vida útil, pues no hay que olvidar que soportan tanto el empuje del terreno como las cargas que se derivan del tráfico rodado en algunas situaciones.
El talud es otro de los aspectos importantes que definen a estas piezas prefabricadas. En catálogo nuestro talud estándar en las embocaduras de hormigón monolíticas es 1:1 y en las de mayor diámetro compuestas por frente y aletas se dispone un talud 3:2, por lo que es necesario que se tengan en cuenta el tipo de movimientos de tierra que se van a realizar.
Sin embargo, bajo petición de cliente se pueden estudiar y fabricar en cualquier otro talud, incluso para embocaduras dobles o triples.
Pueden darse dos situaciones en la zona de unión del tubo con la embocadura de hormigón, la conexión mediante el macho de la tubería o por la parte de la campana. En ambos casos es necesario introducir o colocar a tope el tubo contra la embocadura y posteriormente realizar un sellado de la junta de unión con materiales adecuados para garantizar la estanqueidad del conjunto.
Estas embocaduras de hormigón representan una figura realmente relevante en las carreteras, siendo las encargadas de hacer que el drenaje se lleve a cabo correctamente. Y esto se realiza en Prehormisa, fabricante a nivel nacional con acabados de gran calidad, ¡contacta con nosotros!.