¿En qué consiste el Hormigón reforzado con fibras?
El hormigón reforzado con fibras es un material diseñado para incrementar la capacidad de tracción. Además, gracias a la utilización de estas fibras, se pueden obtener piezas más ligeras y con un menor coste económico. Estas fibras están compuestas por piezas de pequeñas dimensiones, que se incluyen en el compuesto del hormigón y le proporcionan una serie de particularidades. Estos filamentos pueden ser de origen metálico, orgánico o mineral.
Principales usos de este tipo de hormigón
La inclusión de estas hebras en el proceso de amasado del hormigón propicia una distribución más homogénea de este recurso. Precisamente, esta distribución es lo que va a conferir un carácter más resistente frente a la tracción y una mayor firmeza frente a la fatiga. El uso de este material se está extendiendo en diversas obras de construcción e ingeniería, como la pavimentación, los elementos prefabricados de hormigón, las piezas destinadas al sostenimiento y apuntalamiento de túneles y taludes e incluso en las piscinas. Su utilización se está extendiendo en determinadas piezas arquitectónicas, tales como escaleras o bancos y forjados. También se está empleando cada vez más en elementos que tengan que estar en contacto con entornos cáusticos, como, por ejemplo, en elementos ubicados en contacto con el mar o muy cercanos a él.
El hormigón reforzado con fibras ha dado muy buenos rendimientos en la construcción de carreteras. Actualmente, las vías de comunicación han de soportar una gran cantidad de tráfico, por lo que se hace imprescindible aumentar la resistencia y seguridad del pavimento. Al incluir fibras en el conglomerado del hormigón, en este caso de propileno, disminuye la aparición de fisuras en el hormigón (por contracción).
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