¿Cuándo utilizar una arqueta sifónica?
Los sifones de arquetas son medidas de gran importancia para mejorar el saneamiento del local, al servir de regulador del curso del líquido que se debe evacuar. De esta forma, se consigue detener el paso del aire y facilitar el del líquido, consiguiendo así que este se tapone y no pueda realizar su habitual labor de evacuar el aire. Un proceso que tiene su fundamento en que, con generalidad, las moléculas del aire tienden a subir, mientras que el líquido suele quedarse en la zona inferior de cualquier objeto.
Ventajas de su utilización
Se trata de una medida sencilla pero funcional, que ha conseguido que las arquetas sifónicas tengan un considerable éxito en los aparatos de tipo doméstico. Y es que son muchas las facilidades que conllevan. Por ejemplo, solo utilizan un número muy moderado de colectores, para conducir el agua al exterior. A su vez, las obras necesarias para su instalación suelen ser menos profundas, con la consiguiente disminución de costes que ello conlleva.
Asimismo, no suelen ser necesarias demasiadas fijaciones a los paneles y la estructura de la obra. De esta manera, se obtiene más espacio libre en el interior del edificio, ya que tampoco se necesita instalar colectores en dicha zona, pudiendo además concentrar todo el caudal en un punto específico del exterior, sin depender de las exigencias del terreno en cuestión.
Con una gran adaptabilidad en lo referente a su diseño, la limpieza es otro de sus mayores atractivos, al disponer frecuentemente los colectores de posibilidad de autolimpieza, evitando así muchos de los frecuentes problemas de mantenimiento que suelen tener los dispositivos de evacuación. Esta vocación de prevención de fugas y averías se garantiza, además, con la frecuente utilización de materiales no contaminantes.
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