Resistencia y trabajabilidad del hormigón

Una de las principales características del hormigón es su resistencia, cualidad por la cual es muy valioso en el sector de la construcción. La resistencia es la capacidad de soportar una fuerza por la unidad de área del material. Todos los materiales tienen un límite de resistencia. Cuando este se sobrepasa, se produce lo que se conoce como un fallo o fractura.

La resistencia en las piezas prefabricadas de hormigón

La resistencia de las piezas prefabricadas de hormigón va a depender de una serie de factores. En primer lugar, depende del contenido de la mezcla con la que hayamos hecho el hormigón. Cuanta más proporción de cemento, mayor resistencia conseguiremos (siempre dentro de un límite). Otro factor que debemos tener en cuenta es el árido con el que se integra la mezcla y el aditivo para reducir la relación agua/cemento. También hemos de evitar las burbujas en la mezcla si no queremos perder resistencia. Por eso en Prehormisa trabajamos con hormigón autocompacto, para mejorar el acabado de las piezas y aumentar la resistencia.

Aparte de la mezcla, deberemos tener en cuenta dos factores muy importantes: el tiempo y la temperatura. Es crucial respetar los tiempos de fraguado y la temperatura. De lo contrario, podría disminuir la resistencia del material.

Tipos de dureza

Podemos establecer dos tipos de resistencia: a la compresión y a la flexión. Respecto a la primera, el hormigón destaca sobre otros productos, mientras que en la segunda es más vulnerable.

La segunda característica clave del hormigón es su polivalencia, gracias a la trabajabilidad que presenta el material. Podemos conseguir cementos de diferente resistencia, superficie y densidad. E incluso podemos añadirles otros componentes, como el hierro, para aportarles otras características. Por eso, son muy utilizados para todo tipo de trabajos.

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